El mito de la originalidad

Cada acto de creación se nutre de lo que vino antes. ¿Por qué esperar que la IA sea diferente?

La originalidad suele considerarse la marca distintiva de la creatividad: la idea de que el verdadero arte o la innovación deben ser completamente nuevos, surgidos de la nada. Sin embargo, la historia cuenta otra historia. La mayor parte de la creatividad humana se construye sobre la tradición, la remezcla y el diálogo con el pasado. La IA, al hacer más visible este proceso, cuestiona el propio mito de la originalidad.

La creatividad humana siempre ha sido derivativa

  • Escuelas y estilos artísticos: los pintores del Renacimiento bebían de técnicas y temas compartidos.
  • Música y literatura: desde las baladas populares hasta la poesía épica, las obras fueron copiadas, adaptadas y reinterpretadas a lo largo de generaciones.
  • Ciencia y tecnología: cada descubrimiento se apoya en conocimientos previos, a menudo en pasos pequeños e incrementales.

Lejos de restar valor a la creatividad, esta continuidad le da profundidad. La originalidad rara vez es absoluta: es relacional.

Lo que revela la IA

Los sistemas de IA aprenden analizando enormes conjuntos de datos de obras humanas. Sus resultados son combinaciones, variaciones y reconfiguraciones de lo que ya existe. Esto se critica a menudo como falta de originalidad. Pero en la práctica, el proceso no es tan diferente del modo en que los humanos crean: la diferencia es que la IA hace explícita la remezcla, en lugar de ocultarla tras la memoria y la experiencia individuales.

La ilusión de la “chispa”

Los humanos suelen describir la creatividad como un destello repentino de inspiración. Sin embargo, esa “chispa” suele llegar tras largos períodos de aprendizaje, práctica y exposición. Lo que parece originalidad es a menudo la recombinación de influencias demasiado sutiles o inconscientes para rastrear. La IA nos recuerda que la frontera entre inspiración e imitación siempre ha sido porosa.

Por qué importa

Si nos aferramos a una noción rígida de originalidad, la creatividad de la IA parece falsa. Pero si entendemos la creatividad como una conversación con el pasado, entonces la IA es simplemente otro participante en ese diálogo. El mito de la originalidad nos dice más sobre nuestros ideales culturales que sobre la realidad de cómo surgen las ideas.